DIA 2: AVIGNON-ARLES- LA CAMARGA (2)
Como os venía comentando antes de esta larga pausa de dos meses en la que he estado disfrutando de mis maravillosas vacaciones de verano (jeje), el segundo día de viaje por el sur de Francia fue intenso "osease" intensísimo :)
Rebosantes de cultura tras nuestra mística experiencia en la ciudad Papal de Avignon, y aún embriagados por la emoción, nos aproximamos a la famosa ciudad de Arlés, situada en las orillas del río Ródano y al norte de la región natural de La Camarga.
Rebosantes de cultura tras nuestra mística experiencia en la ciudad Papal de Avignon, y aún embriagados por la emoción, nos aproximamos a la famosa ciudad de Arlés, situada en las orillas del río Ródano y al norte de la región natural de La Camarga.
Anfiteatro de Las Arenas en Arlés
Lo más interesante de Arlés. Fundada por los griegos, la ciudad de Arlés fue una de la primeras colonias romanas fuera de Italia llegando a convertirse en una ciudad de gran importancia en la Provincia de la Galia Narbonense durante la época imperial tal y como atestiguan los monumentos de mayor interés de la ciudad, muchos de los cuales han sido declarados Patrimonio de la Humanidad.
Destacan sin duda el Anfiteatro de Las Arenas , construido poco después del Coliseo Romano y donde actualmente se desarrollan espectáculos taurinos de diferente tipo (incluida la típica corrida española que tiene lugar durante la Pascua), las Termas de Constantino El Grande o el Teatro Antiguo, lugar en que fue hallada la célebre Venus de Arlés, que llegó a formar parte de la decoración de la Galería de los Espejos del Palacio de Versalles y que hoy se encuentra en el Museo del Louvre en París.
Sin embargo, a partir de la Edad Media y durante la época moderna (y muy especialmente a partir de la invención del ferrocarril, que le hizo perder relevancia como puerto fluvial) Arlés irá disminuyendo paulatinamente su importancia hasta convertirse en la ciudad tranquila y sosegada que es hoy en día y que, seguramente ya era en la época en la que el célebre pintor Vincent Van Gogh fue a residir allí; truncando por unos años (1888-1889) esa serenidad tan característica de esta ciudad provenzal.
Autorretrato con sombrero de fieltro gris - Van Gogh
Fue precisamente en Arlés donde se desarrolló el conocido episodio de "la oreja de Van Gogh" en el que, de acuerdo con la versión oficial, el célebre artista se cortaría parte de su oreja con una cuchilla tras haber discutido fuertemente con (el también pintor) Paul Gauguin, con quien mantenía una turbulenta relación de amistad.
No obstante no falta hoy en día quien no esta de acuerdo con esta teoría y defiende que en realidad fue Paul Gauguin quien, tras un duro enfrentamiento con Van Gogh en la puerta de un prostíbulo, le cortó la oreja a su amigo haciendo uso de una espada; estableciéndose con posterioridad a estos hechos un "pacto de silencio" entre ambos a fin de que Gauguin no tuviera que hacer frente a las consecuencias legales de su acción criminal.
Sea como fuere lo cierto es que a Van Gogh "se le iba la perola" ("hablando en plata") y fueron sus propios vecinos de Arlés quienes, con posterioridad a este suceso, solicitarían de las autoridades el internamiento del artista en un centro psiquiátrico; lo que no deja de resultar irónico cuando compruebas que la inmensa mayoría de los souvenirs que se venden en el centro de Arlés giran en torno a la figura del pintor, constituyendo posiblemente el principal reclamo turístico y la mayor fuente de ingresos de la ciudad más allá de los monumentos y de las ruinas romanas que solo importan a unos pocos "culturetas" (que, a decir verdad , en nuestro grupo escasean)
Nuestra experiencia en Arlés. Siendo sinceros (o "frankly" como diría la Botella), nuestra "visita" de Arlés fue más bien una paradita para tomar un café e ir al baño. Nuestro "tour" consistió básicamente en dar un paseo rodeando el Anfiteatro para después tomarnos algo en el primer establecimiento que vimos y a continuación huir despavoridos (incluso dejando parte de la cuenta sin pagar) bajo la presión ejercida por Javi, quien desde que se enteró de que Arlés había sido hogar temporal de su archienemigo Van Gogh, no cejó en su empeño de que abandonáramos aquél maldito y siniestro lugar ;)
No obstante y pese la brevedad de la incursión, la aparentemente anodina ciudad de Arlés nos regaló uno de los grandes momentos del viaje cuya protagonista fue (como no podía ser de otro modo) nuestra querida y amada generala quien, después de habernos instado tozudamente en Avignon a que comiéramos un "monseñor" entre cinco, de pie, y en un local de mala muerte carente de paredes (y "a mayor abundamiento": en pleno vendaval y con la lluvia en nuestra contra), nada más poner su pie en Arlés se le ocurriría decir aquello de "ya está bien de hacer el cutre, creo que ha llegado el momento de sentarnos a tomar algo en un sitio fino"
Y tan ancha se quedo!!!
El parque natural de La Camarga. Después del café (y de algún que otro crêpe) nos encaminamos a la localidad de Saintes Maries de la Mer, ubicada en la zona conocida como "La Camarga", un bello parque natural que acoge la mayor población de flamencos de toda Europa además de otras especies animales típicas de allí como son los toros bravos y una raza de caballos blancos conocida como "los caballos blancos del mar".
Por falta de tiempo nos detuvimos tan solo a echar un vistazo a dos de los pueblos más importantes de la zona: Saintes Maries de la Mer y Aigues-Mortes; si bien desde el coche pudimos también contemplar varios de los hermosos paisajes que ofrece el Parque natural de La Camarga.
Por falta de tiempo nos detuvimos tan solo a echar un vistazo a dos de los pueblos más importantes de la zona: Saintes Maries de la Mer y Aigues-Mortes; si bien desde el coche pudimos también contemplar varios de los hermosos paisajes que ofrece el Parque natural de La Camarga.
Panorama de La Camarga desde el coche
Por su parte, Aigues Mortes ("Aguas muertas" en castellano) es una ciudad amurallada fundada por Luis IX de Francia (San Luis) a mediados del s.XIII sobre un terreno pantanoso.
Saintes Maries de la Mer (o "Santas Marías de la Mar" en castellano) fue nuestra primera parada en La Camarga. El nombre del pueblo hace alusión a dos Santas: María Salomé y María Jacobé (esta última, madre del Apostol Santiago de Compostela), quienes supuestamente llegaron a esta localidad cruzando el mar desde Tierra Santa huyendo de los ataques que se estaban produciendo en Jerusalén contra los cristianos (años 45-46).
En el centro del pueblo se puede visitar el Santuario de Notre Dame de la Mer (Nuestra Señora de la Mar) dedicado a la Virgen María y en cuya cripta se conservan las reliquias de las Santas. En dicho lugar subterráneo se encuentra también una imagen de la Santa Sara Kali (curiosidad: Sara "la Kali" significa Sara "la negra"), patrona de todos los gitanos y cuya historia es muy misteriosa.
Cripta de Notre Dame de la Mer con la imagen de Sara Kali a la derecha
Existen referencias del culto a Santa Sara Kali desde el s.XV. Según la leyenda tradicional Santa Sara era la esclava de María Salomé y María Jacobé y por tanto, una de las tripulantes del barco que llegó a las costas de la Provenza huyendo de Tierra Santa. Se cuenta que cuando el barco se encontraba a merced de las corrientes y sin apenas víveres, Santa Sara hizo una promesa manifestando que no se quitaría jamás el velo si llegaban sanos y salvos a puerto como señal de respeto a Dios, tal y como finalmente (y según la leyenda tradicional) sucedió.
Otras relatos dicen que Santa Sara no iba en el barco, sino que ayudó a desembarcar a las Santas en tierra firme, e incluso algunos defienden que Sara Kali era en realidad la hija de Jesus y María Magdalena (de quien también se dice que iba en el referido barco), tesis esta última rechazada totalmente (y como es obvio) por la Iglesia Católica.
Sea como fuere lo cierto es que Santa Sara Kali es una figura que tiene una gran relevancia para el pueblo gitano. Cada año (24-25 de Mayo) la Santa es venerada por gitanos provenientes de toda Europa quienes sacan la imagen en procesión y la portan hasta el mar en recuerdo de su llegada en el siglo I d.C.
El propio Van Gogh podría haber presenciado en su día una de estas procesiones, llegando a pintar uno de sus lienzos más populares, "Barcas a Saintes-Maries", durante un viaje realizado a Saintes Maries fechado en mayo de 1888.
Barcas en Saintes Maries - Vincent Van Gogh
Por su parte, Aigues Mortes ("Aguas muertas" en castellano) es una ciudad amurallada fundada por Luis IX de Francia (San Luis) a mediados del s.XIII sobre un terreno pantanoso.
De esta localidad partieron las dos últimas cruzadas (Séptima cruzada a Egipto en 1248, Octava cruzada a Túnez en 1270) organizadas por los cristianos para reconquistar Tierra Santa, territorio que en ese periodo se encontraba en manos de los musulmanes. Ambas resultaron un fracaso y Luis IX moriría en el sitio a Túnez a causa de la disentería sin haber logrado su objetivo.
De la ciudad vieja destaca la Tour de Constance (Torre de la Constancia), que en el s.XVII se convertiría en prisión para los hugonotes que rehusaban convertirse al catolicismo siendo una de sus presas más célebres la hugonota Marie Durand, quien estuvo 38 años encarcelada en dicha torre y a quien se le atribuye la inscripción "register" (resistir) en el brocal del ojo de buey de la sala alta, inscripción que aún resulta visible hoy en día.
Panorámica de la Torre de la Constancia de Aigues Mortes
Para finalizar la excursión decidimos "hacer un poco el guiri", meternos en el primer bar español que encontramos a tiro y pedir unos vinitos y un queso español ("morriña pura" que se llama jaja).
Justo en esos momentos, cuando ya nos encontrábamos soñando próximos viajes e incursiones variadas, recibimos noticias de la pareja gerundense (y olé!), con la que nos reuniríamos en Montpellier esa misma noche para iniciar, al día siguiente, el viaje de regreso a España.
Generala, Rompetechos y nuestra Sara Kali española
degustando vinitos
TO BE CONTINUED...
Un viaje espectacular oh là, là...
ResponderEliminarJeje y los que nos quedan por vivir ;)
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