sábado, 7 de marzo de 2015

Londres express (II)



DIA 1. RUTA DE LA TARDE: NATIONAL GALLERY Y CENA EN EL SOHO.

Tras nuestro recorrido matutino de "Los imprescindibles" al que hacíamos alusión en la última publicación, nuestro plan de la tarde se centró en visitar la National Gallery y en dar un paseo al anochecer por el barrio del Soho. 

La National Gallery alberga importantes obras de arte fechadas 
entre mediados del siglo XIII y principios del siglo XX.

En cuanto a la National Gallery, lo primero que he de comentaros es que, al igual que ocurre con la mayoría de los museos importantes de Londres, el acceso a esta pinacoteca es libre y gratuito. Esto significa que, incluso si andáis escasos de tiempo, os podéis permitir el lujo dar un paseo rápido por la colección sin sufrir con la idea de que debéis amortizar el pago de una carísima entrada. Lo segundo a tener en cuenta son los horarios de apertura y cierre dado que, como ya sabéis, el ritmo de vida fuera de nuestras fronteras es totalmente distinto. Concretamente este museo cierra todos los días a las 18.00 horas (salvo los viernes, que cierra el chiringuito a las 21.00 horas)

En nuestro caso, dado que nos entretuvimos bastante durante la comida, no pudimos cumplir con el plan inicial: llegar al museo a las 14.30 horas para hacer el último "tour gratuito" de la colección (60 minutos de recorrido en inglés). No obstante, conseguimos llegar justo a tiempo para poder hacer un repaso general de la galería de 2 horas y media con la ayuda de una audioguía de pago (recomendadísima!). Para que os hagáis una idea, entre las pinturas más famosas de esta pinacoteca se encuentran "El matrimonio Arnolfini" de Van Eyck, "La Venus del espejo" de Velázquez, "La Virgen de las rocas" de Da Vinci" o "El estanque de nenúfares" de Monet.

A la salida del museo nos encontramos con una ola de frío polar y con una Trafalgar Square muy distinta de aquella que habíamos conocido esa misma mañana. Seguramente gracias a que las temperaturas no acompañaban, las multitudes de turistas de la mañana habían desaparecido casi por completo dando paso a animados artistas callejeros que que incitaban a bailar y cantar a todo aquel que fuera tan incauto como para acercarse demasiado a ellos :)

Escapando de la tentación de echarnos unos bailes ante una especie de "dj espacial", nos dispusimos a finalizar nuestro primer e intensísimo día de ruta en el barrio del Soho (no sin antes, hacer una breve parada estratégica anti-congelamiento en la cripta-pub-tienda de souvenirs de St. Martin in the Fields).

Fue a partir de este momento cuando comenzó, propiamente hablando, nuestro paseo por el barrio del Soho, una zona perfectamente delimitada por tres importantes avenidas: por un lado, las calles comerciales de Oxford y Regent Street, y por otro, Shaftesbury Avenue, la conocida como avenida de los teatros.

Si queréis descargar un mapa del recorrido del barrio del Soho podéis hacerlo pinchando AQUI.


Si deseas encontrarte con el amor de tu infancia escápate un
rato a Picadilly Circus.

El primer punto de nuestro recorrido se situa a tan solo 5 minutos caminando de Trafalgar Square, en la famosa Picadilly Circus (1). Repleta de carteles publicitarios en luces de neón, de pubs y de tiendas de souvenirs, esta plaza es sin duda uno de los lugares más bulliciosos y concurridos de la ciudad, por lo que muchos londinenses afirman que si pasas el tiempo suficiente en Picadilly llegará un momento en que habrás visto pasar a todos tus conocidos.

En el centro de la plaza se encuentra la popularmente conocida como "Estatua de Eros", una figura de aluminio creada a finales del siglo XIX para homenajear a Lord Shaftesbury, un noble que luchó por la mejora de las condiciones de trabajo de la clase obrera. No obstante y a pesar de su denominación, lo cierto es que dicha estatua no representa a Eros (lo que sería el equivalente a Cupido en la mitología griega) sino a su desconocido hermano Anteros, el cual representa el amor maduro, reflexivo y correspondido que poco (o nada) tiene que ver con el amor ciego, sexual y pasional que caracteriza a Eros.

Dejando Picadilly Circus a un lado y tomando Coventry Street llegaremos Leicester Square (2) , una plaza alrededor de la cual se ubican las principales salas de cine y de teatro de la ciudad de Londres. Para los amantes de las artes, deciros que en esta plaza podéis encontrar también  la tienda oficial de venta de entradas de teatro con descuento (algunas a mitad de precio): TKTS.


En los mismos letreros de la zona de Leicester Square puede
leerse "Theatreland" o, lo que es lo mismo, "Tierra de Teatros".

Antes de entrar en Chinatown, os recomiendo hace una pequeña incursión en la tienda oficial de M&M´s (3), un auténtico paraiso para los niños y para los amantes del chocolate. En su interior encontraréis decorados divertidos, juegos absurdos y productos de todo tipo inspirados en los famosos caramelos. Uno de los juegos que más me llamó la atención consistía en subirse a una plataforma en la que una especie de máquina te escaneaba el cuerpo y te revelaba con que tipo de M&M´s te identificabas (algo así como una especie de horóscopo de M&M´s). Tuvo su gracia, aunque debo decir que el sistema no era muy de fiar ya que a todos los participantes les salía el mismo resultado...ejem ejem.

Posando con los M&M´s más risueños.
Llegó el momento de adentrarnos en Chinatown (4), para lo que os recomendaría tomar Wardour Street y callejear por sus dos calles principales: Lisle Street y Gerrard Street. Os daréis cuenta como en tan solo dos pasos os topáis con un mundo completamente distinto repleto de farolillos rojos, letreros escritos con carácteres chinos, supermercados y restaurantes asiáticos, grandes puertas orientales... Entre ellos, cabe hacer mención del supermercado Oriental Delight (número 14, Gerrard Street), donde podréis encontrar las típicas galletas chinas de la fortuna si es que el paseo os coincide con la hora de merendar o simplemente tenéis el capricho de recibir un sabio consejo oriental.

En realidad el exótico barrio chino de Londres existe desde el siglo XIX, pero antiguamente se encontraba en las proximidades de los muelles de Limehouse muy cerca del puerto. Se trataba de un barrio modesto en el que residían unos pocos centenares de chinos que básicamente se dedicaban a trabajar como humildes marineros para las compañías mercantes inglesas. No obstante, los prejuicios de la época llevaron a que muchos escritores y novelistas de la época victoriana y de principios del siglo XX retrataran una Chinatown oscura y peligrosa en la que sus éxoticos residentes se pasarían el día fumando opio y cometiendo toda clase de atroces crímenes.

El barrio original fue destruido durante la Segunda Guerra Mundial y, desde entonces y a partir de los años 70, se creó la Chinatown que podemos visitar en la actualidad y que se encuentra dentro del distrito del Soho. 


 
Para experimentar la sensación de encontrarse en Pekín  por
unos minutos sin dejarse un dineral, no dejéis de pasaros
por Chinatown durante vuestra visita a Londres.

Tras abandonar el barrio chino nos encaminaremos hacia Soho Square deteniéndonos un poco antes para curiosear por los alrededores de Old Compton Street (5), zona en la que nos toparemos con divertidos bares, atrevidas sex shops y multitud de banderas arcoíris que nos dan la bienvenida a lo que podría considerarse como el "barrio rojo" de Londres (también conocido como el "barrio del orgullo gay").

En la actualidad Old Compton Street y sus alrededores son, sin lugar a dudas, un espacio divertido que invita a tomar algo y a dar un animado paseo entre sus tiendas, pero la realidad es que no siempre fue así, ya que si nos remontamos a épocas pasadas nos daremos cuenta de que este barrio ha sido tradicionalmente refugio de emigrantes europeos que se veían obligados a exiliarse a Londres para escapar de las persecuciones religiosas o ideológicas que venían sufriendo en sus países de origen.

Posiblemente el refugiado más célebre del Soho sea el economista Karl Marx, quien residió en compañía de su familia y en condiciones de extrema pobreza en un edificio situado en la vecina calle de Dean Street, hoy ocupado por el restaurante Quo Vadis (números 26-29, Dean Street).

Otro extranjero famoso que pasó largas temporadas en esta zona (concretamente en la vecina calle de Greek Street) fue el seductor italiano Giacomo Casanova, quien viviría aquí en Londres uno de sus más famosos "affaires" con la cantante de ópera Teresa Cornelys, dama muy conocida entre la alta sociedad inglesa de la época por las suntuosas fiestas que celebraba en su mansión del Soho :Carlisle House.

Durante su etapa en Londres Karl Marx 
escribiría su obra más importante: "El Capital".

Para llegar a la Plaza del Soho lo mejor es tomar la calle de Frith Street para tener así la oportunidad de cruzarnos con la residencia de otra "celebrity", ya que en su número 20 vivió el músico Wolfgang Amadeus Mozart con tan solo 9 añitos durante una de sus "giras" por Europa. Justo enfrente se encuentra el Ronnie Scott´s club, considerado el mejor club de jazz de Gran Bretaña. Por aquí han pasado artistas de la talla de Ella Fitzgerald, Miles Davis o Sarah Vaughan.


Tras el mes de San Valentín nada como recordar esta preciosa
canción de Ella Fitzgerald :)

Una vez hayamos llegado a Soho Square (6), nos llamará la atención el jardín central y su graciosa casita construida en los años 20 en estilo tudor que hoy en día no es más que un cobertizo de herramientas, pero bajo cuyos cimientos se esconde lo que fue un auténtico refugio antiaéreo utilizado por los londinenses durante la Segunda Guerra Mundial.


El búnker situado bajo la Plaza del Soho ha sido
recientemente ofertado por el Gobierno en régimen
de alquiler, por lo que podría convertirse en el 
próximo restaurante de moda de la ciudad.

De la Plaza del Soho y tomando St. Anne´s Court nos dirigimos hacia el número 39 de Broadwick Street (7). No obstante, antes de llegar a nuestro destino nos cruzaremos con dos calles que merecen una breve mención. La primera de ellas es Wardour Street, lugar en el que se encontraba el antiguo local de The Marquee Club (número 90, Wardour Street); un mítico espacio que vio nacer, entre otras leyendas del rock, a los Rolling Stones. Hoy en día The Marquee Club sigue existiendo en el distrito del Soho pero en una ubicación distinta (número 14, Upper Street Martin´s Lane).

La segunda de ellas es Berwick Street, calle en la que de lunes a sábado (desde las 9.00 h. hasta las 18.00 h.) tiene lugar un pequeño mercado callejero de frutas, verduras y dulces variados que, si bien no es comparable a los populares (y turísticos) mercados de Portobello Road o de Covent Garden, no deja de tener su encanto. Si sois nostálgicos y aficionados a la música deciros que aquí también podréis encontrar algunas tiendas de discos de vinilo para coleccionistas.

Al llegar al número 39 de Broadwick Street nos toparemos con un curioso bar llamado John Snow que, pese a su peculiar nombre, no tiene relación alguna con el personaje de la famosa serie de Juego de Tronos, ya que en realidad hace alusión a un importante médico inglés que gracias a sus estudios e investigaciones puso fin a una de las más virulentas epidemias de cólera acontecidas en la ciudad de Londres.

La historia se remonta al año 1854, fecha en la que esta enfermedad acabó con la vida de aproximadamente 500 personas en tan solo 10 días. En esa época se pensaba que el contagio del cólera se producía bien por el contacto físico directo o indirecto con el enfermo, bien a través de aire contaminado. No obstante, el doctor John Snow decidió ser valiente, ir contracorriente y probar que la verdadera causa del brote epidémico se encontraba en la calidad del agua y no en el aire o en el trato con los infectados tal y como entonces se creía.

La suerte quiso que Snow triunfara en sus investigaciones y localizara el foco de la infección en un pozo de Broadwick Street que poco después fue clausurado por la autoridades poniendo fin a la epidemia y salvando así miles de vidas.

Hoy en día se puede observar una réplica de la bomba de agua original justo en frente del pub John Snow pero, si lo que buscáis es autenticidad pura y dura, estáis de enhorabuena ya que la verdadera también está disponible para ser "curioseada" dentro del propio pub.


"El otro" John Snow.

Si continuamos nuestro recorrido bajando por Broadwick Street en dirección a Carnaby Street nos encontraremos justo en la esquina con un curioso mural conocido como El espíritu del Soho (8) y que vendría a ser una especie de "esquema-resumen" de nuestro recorrido por este lugar.

El mural fue creado en el año 1991 con el objetivo de homenajear de alguna manera a los personajes y lugares significativos del Soho. En el podemos ver la figura de Santa Ana (en una clara referencia a la Iglesia parroquial del Soho) luciendo una amplia y larga falda que acoge diferentes escenas relacionadas con la historia, los lugares y el significado del barrio.

Si nos fijamos un poco alcanzaremos a ver Chinatown (con la pagoda y el supermercado Lee Fung), el club de jazz Ronnie Scott´s o los almacenes Liberty (que será uno de los siguientes puntos de nuestro recorrido). Otras escenas son más genéricas y vienen a resaltar el mundo de la moda, del arte e incluso de la gastronomía internacional, de gran presencia en la zona.

Por otro lado, en la parte inferior del mural encontramos a "los personajes del Soho" y, entre ellos, a Giacomo Casanova, Teresa Cornelys y Karl Marx; quienes como ya dijimos anteriormente residieron en este barrio.

Justo debajo y a la izquierda veremos también una liebre montada sobre un perro en alusión al pasado remoto del Soho, recordando la época en la que estas tierras no eran más que un coto de caza real bajo el reinado de Enrique VIII. De hecho, la leyenda cuenta que el nombre de "Soho" proviene de un antiguo grito de caza empleado para capturar conejos en la campiña inglesa.

En todo caso, si os encontrais cerca del mural a las "horas en punto", no dejéis de fijaros en la zona situada encima del reloj ya que podréis ver a Karl Marx dando un sorbo a una lata de coca cola al mismo tiempo que la cantante de opera Teresa Cornelys le guiña el ojo a Casanova mientras este le devuelve el coqueteo con un beso lanzado al aire.


¿Dónde estará el pequeño Nicolás?


El siguiente paso de nuestra ruta les encantará a los adictos a las compras ya que se trata de una de las principales calles comerciales de Londres: Carnaby Street (9). Dicen que la que fuera la meca de la moda en la década de los 60 ha perdido gran parte de su encanto y que ahora es mucho más insulsa y menos alternativa, pero si bien es evidente que la globalización ha hecho mella en este lugar ,aún hoy en día es posible encontrar algunos establecimientos interesantes fuera de lo común. Entre ellos se podrían mencionar la joyería The Great Frog, creadora de los anillos  de estilo rockabilly en forma de calavera, el salón de peluquería It´s Something Hell´s, donde puedes pedir que te conviertan en una auténtica "pin up" en tan solo unos instantes o la espectacular chocolatería de nombre impronunciable Choccywoccydoodah.

Asimismo y a escasos pasos de Carnaby Street, se encuentran los Almacenes Liberty (10) , cuya preciosa fachada nos permite fantasear un poco con cual era el aspecto del centro de Londres antes del gran incendio de 1666. Si bien sus precios no son aptos para todos los bolsillos, merece la pena dedicar unos minutos a recorrer su interior aunque solo sea para dejarse impresionar por su arquitectura, sus decorados y por sus productos de lujo.

Al igual que otros grandes almacenes de la ciudad, los almacenes Liberty tienen su típico salón de té inglés, aunque para los amantes de esta bebida lo más recomendable sin duda es acercarse  al lugar donde le sirven el té a la mismísima reina de Inglaterra: Fortnum & Mason en el número 181 de la calle Picadilly (a tan solo 5 minutos caminando desde Picadilly Circus).


En la construcción de los almacenes Liberty se utilizó
madera de los últimos barcos de la marina británica.

Descendiendo Regent Street en dirección a la plaza de Picadilly Circus nos toparemos con el último punto de nuestro recorrido: la enorme e impresionante juguetería Hamleys (11). Se dice que es la más grande del mundo y posiblemente sea verdad. En la última planta tendréis la oportunidad de sacaros una foto con la familia real inglesa construida con piezas de lego a tamaño real. Imprescindible visita si se viaja con niños!

Finalizada nuestra ruta toca relajarse un poquito así que si os apetece tomar una copa en un lugar original, andáis bien de pasta y no sois muy frioleros tenéis la posibilidad de reservar sitio en el Ice Bar de Londres ya que se encuentra a tan solo unos pasos de Hamleys (31, 33 Heddon Street)

En cuanto a la cena, lo normal es que a estas alturas del recorrido ya os hayáis percatado de que no es muy difícil encontrar un restaurante en el Soho ya predominan como setas. En esta ocasión, nosotros nos decidimos la cocina peruana y acudimos a Ceviche , en los alrededores de Old Compton Street. La experiencia no estuvo mal, aunque como íbamos sin reserva y estaba lleno a rebosar, nos tocó comer en la barra, lo cual no es precisamente lo más cómodo después de un día de turisteo intenso ¬¬
En cualquier caso, la comida estaba muy buena y el personal fue muy atento, así que no descartamos regresar de nuevo a este lugar en futuras incursiones londinenses (eso sí, con reserva!!!).

Y colorín colorado esta ruta se ha acabado. Hasta pronto viajeros!!!